ESTRÉS
¿Qué es el estrés?
El estrés forma parte de un sistema de respuesta natural hacia demandas ambientales que exigen activar el estado de alerta en nuestro organismo. A nivel psicológico la persona evalúa la gravedad de la situación o tarea que debe afrontar y los recursos con los que cuenta. Si del resultado de esa evaluación considera que no tiene garantías suficientes de dar solución al problema aparecerá la respuesta de estrés.
Diferencias individuales y estrés
Un mismo nivel de estrés puede ser percibido de forma diferente por dos personas. Hay lo que podríamos denominar diferentes sensibilidades ante el estrés. Esas diferencias individuales suelen estar condicionadas por el tipo de personalidad y se traducen en diferentes modos de respuesta.
Hay individuos que presentan una tendencia a sentir estrés habitualmente, ante exigencias que no son muy elevadas. Estas personas suelen ser muy sensibles ante el estrés y muestran un estilo pesimista a la hora de evaluar sus capacidades. En su modo de actuar es frecuente que se alejen de los problemas sin afrontarlos, a menudo usando la táctica de “dejarlo pasar”. Esto suele tener como consecuencia la falta de resolución del problema, por lo que el estrés seguirá presente.
Otras personas mantienen un tipo de afrontamiento del estrés asociado a un patrón de personalidad, conocido como personalidad tipo A . Los individuos que presentan este patrón se caracterizan por la competitividad, la exigencia, la hostilidad y una sensación constante de urgencia, así como una menor sensibilidad ante el malestar somático causado por el estrés. Las personas con esta tipología de personalidad cuando se enfrentan ante exigencias, por elevadas que estas sean, muestran un estilo de afrontamiento directo, aún a costa de mantener una alta activación fisiológica. Este patrón de personalidad se asocia con una mayor probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
¿Cómo puede afectarnos el estrés?
Desde un punto de vista fisiológico el estrés activa el eje neural, provocando cambios en nuestro organismo que son puntuales (elevación de la tasa cardiaca, aumento del aporte sanguíneo a los músculos y elevación de la tasa respiratoria, entre otros). Este tipo de respuesta de estrés es normal, adaptativa y por tanto no requiere tratamiento.
En ocasiones, el estrés puede ser más duradero y activar el eje neuroendocrino. Cuando ocurre esto se producen alteraciones importantes en el organismo, como: hipertensión, aumento de los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre, junto con problemas gastrointestinales, entre otras consecuencias. Si el estrés continua durante un largo tiempo puede activarse el eje endocrino, produciendo complicaciones de mayor gravedad, como: elevación de los niveles de glucosa en sangre, elevación de los niveles de urea, producción de cuerpos cetónicos, elevación de los niveles de lípidos en sangre y debilitamiento del sistema inmunológico. Estas serían las principales consecuencias de la activación de este eje.
El estrés es por tanto, un cuadro clínico que debe ser evaluado en profundidad y en caso de requerir tratamiento psicológico, iniciar éste con prontitud para evitar que puedan devenir problemas asociados.
En PSINTEC, consulta de Psicología en Mérida, tratamos cuadros de estrés analizando sus componentes y diseñando el tratamiento que mejor se adapta a las características del paciente.
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